El impacto del programa también se refleja en la carga de atención médica: en este periodo se brindaron 3 millones 445 mil 607 servicios en centros de salud y hospitales del estado. La mayoría de estas atenciones correspondieron a personas con credencial del programa, aunque también se otorgaron servicios a pacientes sin afiliación formal y a derechohabientes de instituciones federales.
 

Una parte relevante de la demanda provino de usuarios del IMSS y del ISSSTE, quienes, pese a contar con seguridad social, optaron por atenderse en unidades estatales mediante el pago de una tarifa autorizada por el Congreso local. La falta de equipo especializado o de médicos en determinadas áreas fue uno de los factores que motivaron esta decisión.
 

El esquema estatal también absorbió atención oncológica de pacientes del IMSS, principalmente en el Centro de Radioterapia Norte y en el Centro Estatal de Cancerología, lo que amplió la cobertura para casos de alta complejidad.
 

Por regiones, la capital del estado concentró el mayor número de afiliaciones, seguida de Ciudad Juárez, Cuauhtémoc, Delicias y Parral. Municipios serranos como Guachochi, Guadalupe y Calvo y Nuevo Casas Grandes también registraron miles de incorporaciones, además de más de cinco mil registros realizados por Unidades Médicas Móviles en comunidades de la Sierra Tarahumara.