De acuerdo con los documentos que forman parte del expediente, el proyecto contempla un coeficiente de utilización del suelo muy por encima de lo permitido.

Mientras la norma marca un límite de 1.10 para esa zona, la iniciativa plantea un ICUS de 2.90, cifra que excede ampliamente lo autorizado.

A ello se suma que los vecinos señalan que, incluso con incrementos optativos previstos en la regulación, el área admite un máximo de 3.1, muy lejos del coeficiente de 4.9 que afirman han identificado en los cálculos del complejo habitacional.

Este desajuste técnico, sostienen, impactaría en densidad, movilidad, servicios y equilibrio ambiental.

En la resolución del recurso de revisión promovido por los desarrolladores, la instancia municipal encargada del trámite consideró que existían elementos suficientes para declarar la nulidad del dictamen original, ordenando elaborar uno nuevo que tomara en cuenta las impugnaciones.

Paradójicamente, la propia Dirección de Ordenamiento Territorial, que antes había dictaminado improcedente el trazo de usos de suelo, emitió después una opinión técnica donde reconoce la validez del acto que se revisa, aunque reitera que el incremento solicitado no concuerda con las normas del Plan Parcial. Este contraste entre decisiones internas alimentó el malestar social.

La asociación vecinal expuso además irregularidades en la documentación presentada por los promotores. Detallan que los planos carecen de especificación de metros cuadrados construidos, lo que limita una evaluación técnica integral.

También denuncian que copias de dictámenes les fueron entregadas en condiciones ilegibles y que el expediente del recurso de revisión presenta hojas faltantes, situación que advierten vulnera la certeza jurídica del proceso y podría derivar en nulidad por incumplimiento de requisitos de integridad documental.

Con estos antecedentes, los habitantes del Country Club reiteraron su negativa a otorgar carta de anuencia al desarrollo y solicitaron al ayuntamiento garantizar la aplicación estricta del Plan Parcial vigente.

El caso permanece abierto, mientras persiste la incertidumbre sobre la postura final de la autoridad municipal, cuya actuación ha oscilado entre negar, reconsiderar y finalmente validar aspectos esenciales del proyecto, lo que para los vecinos representa un riesgo para la planeación urbana del sector.