16/04/2025
Resulta que al PRI se le ocurrió una brillante idea —como salido de una plática de sobremesa con demasiado café o quizás algo más fuerte—: eliminar el cobro de peaje en las casetas del Estado durante los periodos vacacionales.
Sí, así como lo lees. Nada de cuotas en Semana Santa, verano o Navidad. ¿Motivos? Los de siempre: apoyar la economía familiar, fomentar el turismo, incentivar la movilidad y, por supuesto, ganar likes en redes sociales, que eso también cuenta.
La propuesta fue lanzada por el dirigente estatal del PRI y diputado federal, Alejandro Domínguez, con una seriedad tal que casi dan ganas de creerle. Casi.
Pero vamos por partes. ¿De verdad alguien piensa que el Gobierno del Estado va a renunciar a una de sus fuentes más seguras de ingresos justo en temporada alta? Eso es como pedirle a un vendedor de paletas que regale el producto justo el día más caluroso del año. Absurdo.
Además, ese dinero no anda suelto, no. Está más que etiquetado en el famoso Fideicomiso Carretero, que viene arrastrando compromisos desde los gloriosos tiempos de César Duarte, cuando se gobernaba con chequera libre y deuda sin fondo. Así que, aunque alguien allá arriba quisiera hacerle caso al PRI, simplemente no podría. La caja registradora no se apaga, así como así.
En términos prácticos, esta propuesta es tan viable como creer que la gasolina va a costar 10 pesos por litro porque así lo prometieron en campaña los iluminados del pasado. Sí, claro. Y también el aguinaldo nos lo van a depositar en julio para irnos bien contentos a la playa.
Lo que tenemos aquí no es una iniciativa: es un acto de populismo descarado, envuelto en papel celofán de “preocupación por la gente”. Porque eso sí, nunca faltan quienes quieren disfrazar un imposible con tal de salir en la foto.
Pero bueno, qué sería de la política sin estas pequeñas dosis de surrealismo. Lo cierto es que mientras en las casetas siguen cobrando y el Fideicomiso sigue endeudado, el PRI se apunta una palmadita simbólica en la espalda… y eso, para algunos, ya es ganancia.
Sin pena ni Gloria. Siempre si se va Garduño. Sheinbaum comienza a marcar su propio paso
Por lo menos en el terreno de lo simbólico —y en política lo simbólico importa mucho— la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, comienza a tomar distancia del expresidente Andrés Manuel López Obrador. No se trata aún de una ruptura abierta ni de un giro radical, pero sí de señales claras que apuntan a un nuevo estilo de gobernar y a la construcción de un liderazgo propio.
Uno de los signos más relevantes se da en el tema migratorio, donde Sheinbaum anunció la salida de Francisco Garduño Sánchez de la titularidad del Instituto Nacional de Migración (INM). Garduño, amigo personal y protegido político de López Obrador, fue uno de los rostros más cuestionados del lopezobradorismo, particularmente por su manejo opaco, negligente y autoritario del fenómeno migratorio.
Durante su gestión, la migración fue un tema absolutamente desatendido desde el gobierno federal. El caos, la saturación y la violencia marcaron la ruta de los migrantes por el país. Ciudades como Ciudad Juárez y Ojinaga padecieron las consecuencias más graves, sin el más mínimo respaldo institucional. Pero el episodio más trágico —y vergonzoso— fue la muerte de 40 migrantes en un centro de detención del INM hace dos años, bajo condiciones infrahumanas. A pesar de la gravedad, Garduño no fue separado de su cargo y el proceso legal en su contra terminó en una tibia solicitud de disculpa pública… que nunca cumplió.
Desde entonces, organismos de derechos humanos, representantes de gobiernos locales y actores políticos de diversas corrientes exigieron su destitución. No fue sino hasta ahora, con Sheinbaum ya en funciones, que se concreta su salida. A partir del 1 de mayo, Sergio Salomón Céspedes, exgobernador de Puebla, tomará el control del INM. Aunque el relevo había sido prometido desde enero, la medida llega con retraso, pero no sin fuerza simbólica.
El retiro de Garduño no es un caso aislado. Se suma al reciente episodio del “regaño” presidencial a la senadora morenista Andrea Chávez Treviño, por su campaña anticipada y el dispendio de recursos. Un gesto que, aunque inusual dentro del círculo duro de Morena, también parece marcar un límite al “todo se vale” del obradorismo.
¿Estamos ante una presidenta que empieza a escribir su propia narrativa? ¿O se trata apenas de ajustes cosméticos para dar la impresión de cambio sin tocar el fondo del modelo? Sea cual sea la respuesta, Claudia Sheinbaum está comenzando, al menos en apariencia, a separarse del manto del caudillo.
Y eso, por lo menos, ya es noticia.
Semana Santa: descanso para muchos, guardia para otros
Este miércoles marca el último día hábil de la semana para el sector gubernamental y bancario. A partir de mañana, Jueves Santo, buena parte del aparato público y financiero del país se tomará un respiro, no porque lo marque la ley, sino porque así lo dicta la tradición. Y ya se sabe: en México, hay tradiciones que pesan más que algunos reglamentos.
Aunque ni el jueves ni el viernes santo son considerados días de descanso obligatorio en la Ley Federal del Trabajo, todos los niveles de gobierno —municipal, estatal y federal— acostumbran a suspender actividades en esas fechas. Algo así como una pausa litúrgica-administrativa que se respeta sin mucho debate, año con año.
En el caso de los bancos y otras instituciones financieras, el asunto ya es más formal. Por acuerdo de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Secretaría de Hacienda, se establece que los días santos son inhábiles. Así que, si tenías un trámite, pago o depósito pendiente, más vale que te pongas las pilas… o te esperas hasta el lunes.
Ahora bien, no todo se detiene. Las áreas de seguridad pública, emergencias, Protección Civil y servicios esenciales seguirán operando con normalidad. Incluso algunas dependencias de atención ciudadana mantendrán personal de guardia, por si surge algún imprevisto que no entienda de calendarios religiosos.
Así que mientras unos se van de viaje, otros se entregan a la reflexión… y unos cuantos más, al trabajo de siempre. Porque, aunque muchos se desconecten, el país sigue funcionando, aunque sea en modo de bajo consumo.
Disfrute su descanso si lo tiene, y paciencia si le toca quedarse al pie del cañón. La Semana Santa, como la burocracia, también pasa.
Tomada de TalCual.com.mx