03/12/2024
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Andrii Sibiga, pidió a los países de la OTAN que suministren a su país otros 20 sistemas de defensa antiaérea para poder defenderse de los misiles rusos.
Ucrania necesita el “urgente abastecimiento de al menos 20 sistemas adicionales, tipo Hawk, NASAMS o IRIS-T” dijo Sibiga al llegar a la sede la OTAN para participar de una reunión de nivel ministerial.
El sistema antiaéreo de medio alcance Hawk (MIM-23 HAWK) es de producción estadounidense; el sistema NASAMS, de corto a medio alcance, es de origen conjunto estadounidense y noruego y el sistema IRIS-T es producido por varios países europeos.
“Entendemos que los rusos intentan privarnos de la producción de energía. Por eso necesitamos también más apoyo y más solidaridad para evitar que lo consigan”, dijo Sibiga a la prensa.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la alianza militar transatlántica inician este martes una reunión bajo fuerte presión de Ucrania, que busca alcanzar una posición de fuerza antes negociar eventualmente el cese de las hostilidades con Rusia.
La prisa ucraniana se debe al retorno de Donald Trump a la presidencia estadounidense en menos de dos meses, y la búsqueda desesperada de obtener una posición de fuerza antes de cualquier posible negociación con Rusia para poner fin al conflicto armado.
En una declaración a la prensa el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, aseguró que comparten en la Alianza “la preocupación por la agresión en curso contra Ucrania“, lo que “solo refuerza nuestra determinación de asegurarnos de que Ucrania tiene lo que necesita para lidiar con lo que afronta en el campo de batalla”, señaló.
Igualmente, hay que asegurarse de que Ucrania dispone de lo necesario para afrontar los ataques contra su infraestructura de energía, ya que, “una vez más, (el presidente ruso, Vladímir) Putin “está intentando utilizar el invierno como arma”, y trata de congelar a la gente en sus hogares o dejándolos sin luz, comentó.
Los aliados quieren mantener su respaldo a Kiev, pero la toma de posesión de Donald Trump como presidente de EU, el próximo enero, añade incertidumbre a ese apoyo, teniendo en cuenta sus declaraciones durante la campaña electoral en el sentido de de que iba a solucionar la guerra en 24 horas.