30/05/2023
Fernando Sandoval Salinas
No es novedad el que surjan iniciativas para documentar voces y experiencias de hombres y mujeres mayores bajo la meta de dar la palabra a excluidos e informantes clave de diversos procesos.
En este sentido, creo que vale la pena retomar desde varios espacios otras historias de género que entre otras cosas den atención al mundo popular, aun en sus manifestaciones de extrema pobreza y analfabetismo, tomando en cuenta a las minorías, con frecuencia olvidadas por la historia tradicional. Se trataría de considerar a los excluidos como participantes plenos de la historia y dar validez a las voces de las víctimas de las numerosas opresiones que existieron en el siglo XX.
¿Cómo hacerlo? Partir desde las posibilidades de la historia oral y con una idea fuerza que de sentido a las y los entrevistados como: “Tu pasado importa”. Luego contactar a personas mayores con entrevistadores voluntarios (jóvenes estudiantes, adultos interesados y otros) para que les cuenten su vida. Desde luego se capacitaría previamente a estas personas y se establecería un plan concreto. Este contemplaría un mínimo de 30 horas de entrevista en total, distribuidas a lo largo de tres meses a razón de un encuentro semanal. Con ese material, el voluntario, con asesoría de los organizadores, redactarían un pequeño libro, se imprimirían 10 o 15 ejemplares para entregar al proveedor del testimonio.
¿Qué beneficios habrían? Muchos: en principio se fomentaría la transmisión de experiencia y conocimientos entre generaciones para fomentar conductas de aprecio y respeto. Enseguida, las personas mayores y no tan mayores que participen en el proyecto, tal vez muchos sintiendo el aislamiento de la vida moderna, se sentirían menos solos al poder contar su vida alguien, y que ese relato sea escuchado con atención, valorado y recogido en un libro, seguramente dará al adulto entrevistado alegría por ser tomada en cuenta su vida y experiencia.
Material humano hay porque de acuerdo a INEGI la población de adultos mayores de 60 años en el estado, para el 2020 llegó a 282 mil 775 personas, de estos el 80 por ciento son abuelos, la mayor parte, un 62 por ciento, son mujeres, es decir, 175 mil 320 y casi la mitad de los adultos mayores en el estado, se encuentran en una condición vulnerable además de la edad, de tal forma que alrededor de 140 mil, viven sin ayuda de hijos, no cuentan con pensión, o fueron abandonados en asilos ¡Imagínense lo que todos ellos pueden compartir para publicarse en pequeños libros!
Entonces a atenderlos, que mejor homenaje que motivarlos a contar su experiencia de vida que puede ayudar en su salud mental de muchas formas. Inducirlos a un ejercicio con poderosos efectos sanadores y consoladores. Invitarlos a participar para fortalecer su autoestima y dignidad de seres humanos.
El reto se lanza a las universidades, a las organizaciones diversas, a los clubes barriales, a los municipios y a todo aquel que asuma que “Tu pasado importa”.
maestriacps@hotmail.com
No es novedad el que surjan iniciativas para documentar voces y experiencias de hombres y mujeres mayores bajo la meta de dar la palabra a excluidos e informantes clave de diversos procesos.
En este sentido, creo que vale la pena retomar desde varios espacios otras historias de género que entre otras cosas den atención al mundo popular, aun en sus manifestaciones de extrema pobreza y analfabetismo, tomando en cuenta a las minorías, con frecuencia olvidadas por la historia tradicional. Se trataría de considerar a los excluidos como participantes plenos de la historia y dar validez a las voces de las víctimas de las numerosas opresiones que existieron en el siglo XX.
¿Cómo hacerlo? Partir desde las posibilidades de la historia oral y con una idea fuerza que de sentido a las y los entrevistados como: “Tu pasado importa”. Luego contactar a personas mayores con entrevistadores voluntarios (jóvenes estudiantes, adultos interesados y otros) para que les cuenten su vida. Desde luego se capacitaría previamente a estas personas y se establecería un plan concreto. Este contemplaría un mínimo de 30 horas de entrevista en total, distribuidas a lo largo de tres meses a razón de un encuentro semanal. Con ese material, el voluntario, con asesoría de los organizadores, redactarían un pequeño libro, se imprimirían 10 o 15 ejemplares para entregar al proveedor del testimonio.
¿Qué beneficios habrían? Muchos: en principio se fomentaría la transmisión de experiencia y conocimientos entre generaciones para fomentar conductas de aprecio y respeto. Enseguida, las personas mayores y no tan mayores que participen en el proyecto, tal vez muchos sintiendo el aislamiento de la vida moderna, se sentirían menos solos al poder contar su vida alguien, y que ese relato sea escuchado con atención, valorado y recogido en un libro, seguramente dará al adulto entrevistado alegría por ser tomada en cuenta su vida y experiencia.
Material humano hay porque de acuerdo a INEGI la población de adultos mayores de 60 años en el estado, para el 2020 llegó a 282 mil 775 personas, de estos el 80 por ciento son abuelos, la mayor parte, un 62 por ciento, son mujeres, es decir, 175 mil 320 y casi la mitad de los adultos mayores en el estado, se encuentran en una condición vulnerable además de la edad, de tal forma que alrededor de 140 mil, viven sin ayuda de hijos, no cuentan con pensión, o fueron abandonados en asilos ¡Imagínense lo que todos ellos pueden compartir para publicarse en pequeños libros!
Entonces a atenderlos, que mejor homenaje que motivarlos a contar su experiencia de vida que puede ayudar en su salud mental de muchas formas. Inducirlos a un ejercicio con poderosos efectos sanadores y consoladores. Invitarlos a participar para fortalecer su autoestima y dignidad de seres humanos.
El reto se lanza a las universidades, a las organizaciones diversas, a los clubes barriales, a los municipios y a todo aquel que asuma que “Tu pasado importa”.
maestriacps@hotmail.com
